La catedral nueva de Salamanca es, junto a la Catedral Vieja, una de las dos catedrales de la ciudad. Fue construida entre los siglos XVI y XVIII básicamente en dos estilos: gótico tardío y barroco.La catedral se comenzó en la época que el gótico era un estilo prácticamente en desuso y ya comenzaba a fusionarse con el nuevo estilo renacentista, dando como resultado en España el estilo Plateresco. De todas formas en esta catedral no se abandonó completamente por deseo del cabildo catedralicio, ya que éste deseaba un templo uniforme. Así la nueva catedral se construyó, continuando con el gótico tardío de sus orígenes, durante los siglos XVII y XVIII, aunque ya durante este último siglo se añadieran dos elementos que rompían de forma llamativa con el estilo predominante del templo: una cúpula barroca sobre el crucero y los cuerpos superiores de la torre campanario.
La nueva se construyó conservando la vieja, cosa que no suele ocurír con frecuencia, pero el muro, se apoya sobre el muro norte de la vieja, por lo que hubo de ser reforzado, hacia dentro de ésta, y la torre se construyó sobre la antigua.
Es de destacar en el interior el coro, alguna de las capillas y la decoración barroca de la cúpula.
Estado de conservaciónLa catedral sufrió los devastadores efectos del Terremoto de Lisboa, que se produjo el 1 de noviembre de 1755, quedando todavía signos visibles en las grietas y vidrieras rotas. Después del terremoto hubo de rehacer la cúpula y reforzar la base de la torre con un forro de hiladas de sillares, en forma de tronco de pirámide que estropearon el perfil primigenio de la torre (puede hacerse una idea en el perfil de su casi gemela, la torre de la catedral de Segovia).
Actualmente esta catástrofe se recuerda con la tradición del "Mariquelo" el 31 de octubre.
En cambio, hacia 1950, se quiso afinar el órgano. Fue llamado un especialista belga, el cual se quedó asombrado al saber que llevaba casi un siglo sin afinación, dado su perfecto estado, que se debía al clima seco de la zona.