(1445-1516), ingeniero militar, escultor y arquitecto, recordado por sus contemporáneos como uno de los arquitectos más relevantes de su época, cuya principal aportación fue la difusión de las ideas del alto renacimiento, especialmente las de su maestro Filippo Brunelleschi.
Viajó a Roma, donde recibió una intensa formación artística y pudo estudiar los modelos de la antigüedad clásica. A comienzos de la década de 1580, de vuelta en Florencia, realizó para la familia Medici la villa de Poggio a Caiano, precursora y modelo de las villas humanistas. Otro encargo de Lorenzo el Magnífico fue su obra maestra, Santa Maria delle Carceri en Prato (1484), una de las primeras iglesias italianas compuestas a partir de una planta centralizada de cruz griega, considerada una materialización casi perfecta de los ideales arquitectónicos altorrenacentistas. Entre sus obras florentinas también destacan el atrio de Santa Maria Maddalena de Pazzi (principios de la década de 1590), la sacristía del Santo Spirito (1492-1494, en colaboración con Il Cronaca) y las trazas del palacio Strozzi (1488-1490, ejecutado por Il Cronaca y Benedetto da Maiano).
Con la muerte de Lorenzo el Magnífico y la expulsión de los Medici, Giuliano da Sangallo se marchó a Roma, donde trabajó para el cardenal Della Rovere, el futuro Julio II, y más tarde para el papa Medici León X, que lo nombró arquitecto de la basílica de San Pedro junto a Rafael tras la muerte de Donato Bramante.