Ubicado en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona, en la calle Ganduxer 85 se encuentra el Colegio Teresiano, obra realizada entre los años 1888 y 1890.El proyecto inicial, del cual se desconoce el autor, preveía un conjunto de tres edificios colocados en forma de U. Por razones que se desconocen, el padre Ossó, fundador de la Compañía de Santa Teresa, traspasó el proyecto a Gaudí en Marzo de 1889.
Tal como le había sucedido en el Templo de la Sagrada Familia, al aceptar las obras, Gaudí se encontró con un proyecto ya iniciado en el que la planta ya estaba determinada; solamente un arquitecto con su gran capacidad creativa podía terminar en tan poco tiempo (menos de dos años) y con tan poco presupuesto, un edificio tan singular y funcional.
El edificio se compone de planta baja más tres pisos en una superficie más o menos rectangular de unos 58 x 18 metros. En planta baja y primer piso se encuentran las aulas y las dependencias adjuntas, mientras que los dormitorios de las monjas y alumnas internadas se sitúan en los otros dos pisos.
El acceso se hace a través de un porche con un gran arco parabólico realizado con hiladas de ladrillo avanzadas, cerrado por una espléndida puerta de hierro forjado de tres hojas, con los símbolos característicos de la orden Teresiana. Encima del porche hay una tribuna que llega hasta el segundo piso y en el frontón de la cual se encuentra una pieza cerámica con el escudo carmelitano de la congregación.
La distribución interior del edificio se realiza alrededor del eje longitudinal, en el cual dos grandes patios interiores reparten la luz natural. En planta baja un ancho pasillo central, con unos grandes arcos parabólicos, facilita el movimiento de los alumnos. En el primer piso los patios están rodeados por unos estrechos pasillos con arcos parabólicos diafragmáticos estrechos y altos, a modo de claustro interno para las monjas.
Los materiales usados principalmente son el ladrillo y la piedra, dado que el proyecto no disponía de mucho presupuesto. A pesar de esto Gaudí introdujo algunos elementos decorativos de cerámica, que le causaron alguna discusión con el padre Ossó. Existe la anécdota que dice que en una de las discusiones Gaudí, harto de que el padre Ossó se metiera con su trabajo le dijo: “Cada cual a lo suyo; ¡Usted diga misa que yo haré casas!”.
En las esquinas del edificio y a la altura de la tercera planta Gaudí construyó sendos pilares helicoidales de ladrillo con el escudo de la compañía realizado en cerámica.
Encima de cada una de las esquinas destaca la cruz de cuatro brazos que en tantas otras obras puso Gaudí.
La cubierta es del tipo azotea transitable ventilada y de ella sale una chimenea como las del Palau Güell.
Como tantos otros edificios religiosos, el Colegio Teresiano sufrió ataques durante el año 1936 y fue asaltado y saqueado, quemándose los muebles, los planos originales y algunos detalles ornamentales que luego ya no se han repuesto.
Declarado Monumento histórico-artístico de Interés Nacional en1969, esta obra de Gaudí es una interpretación libre del estilo gótico en el que los arcos de medio punto se han sustituido por arcos parabólicos.